La asombrosa historia del Viajero de las Estrellas

Alrededor del año 1700 don Diego de Serrahima Valor y Cifuentes, supuesto pirata del temible barco holandés La pérfida, conocido como el azote de los mares españoles, fue capturado con Dosdedos y Unojo, dos temibles piratas, y juntos fueron sentenciados a morir en la horca y a ser arrojados a los tiburones. Don Diego solicitó al severo juez, don Pedro del Páramo y Pastor, que le concediera un último deseo para relatarle la historia de su vida en un intento por salvarse. Don Diego relató que abandonó su hogar en busca de aventuras y se hizo a la mar convertido en grumete. Durante varios años recorrió tierras nuevas y conoció infinidad de personas. Al cabo naufragó y un remolino lo hundió en las profundidades del océano donde encontró un hermoso mundo submarino y donde formó una familia. Luego logró salir de las profundidades y recorrió el Cosmos en todo su esplendor y grandeza. Fue recibido en un planeta donde vivió una buena parte de su vida. A la muerte de su esposa, solicitó permiso para regresar a la Tierra. De nuevo en la Tierra, fue tomado prisionero por el más poderoso de los capitanes del barco pirata La pérfida, y hasta ahí llegó su historia. Aunque el juez no dejó de admirarse con tan fantástica historia, lo sentenció a morir fusilado y enterrado en tierra y luego entregó el manuscrito a la Iglesia para evitar que se perdiera.